domingo, 5 de octubre de 2008

Octubre


He decidido que hoy, 5 de octubre, mes melancólico y revolucionario, empieza una nueva etapa en este blog mío: más mala leche, más actualizaciones (porque hay más que contar) y más Móstoles (que es donde ahora vivo). Vida nueva, blog nuevo. Me explico:

La crisis me ha devuelto a Móstoles. A casa de mis padres. Después de dos años y un mes de emancipación.

Con menos de 2.000 euros en la cuenta, ninguna fuente de ingresos estable y cierta incertidumbre sobre mi situación laboral a partir de enero, no estaría bien de la cabeza si siguiera de alquiler. Así de claro. Deberíamos haber hecho un nuevo contrato con nuestro anterior casero por vencimiento del anterior en septiembre. Pero básicamente le dijimos que se metiera sus condiciones por el culo: subida del 35% y un monstruoso aval bancario que no podíamos pagar.

Le puteamos con la única, mínima, herramienta que teníamos a nuestra disposición: tenerle pendiente de nosotros, diciendo que firmábamos, hasta diez días antes del vencimiento del contrato.

Después hicimos una mudanza provisional adonde cada uno pudo y nos lanzamos a la búsqueda de un nuevo hogar. Quince días después encontrábamos un piso bonito pero pequeño en Chamberí. Para entrar en octubre. Mis compañeras ya están allí. Pero a mí me ha invadido el pesimismo económico. A mi novia no la han renovado. Los supuestos encargos que iba hacer yo (lo único que puedo compatibilizar con mi master) se han quedado en UN encargo (el cual todavía no me han pagado).

Y mi futuro laboral como periodista no ofrece demasiadas garantías. En épocas de crisis a un periodista no le falta trabajo (todo lo contrario, seguro que pasan muchas cosas dignas de ser contadas en los meses próximos)… lo que le puede faltar es un contrato. Aunque sea de prácticas.

Bien. Es raro volver a casa de tus padres tras dos años. Me lo tomo con filosofía. No son malos compañeros de piso :-) Mi madre cocina bien. Jeje.

Supongo que yo también he vivido mi propia burbuja. Por encima de mis posibilidades económicas… pagando un alquiler en el centro (era una ganga, la verdad) y metiéndome en un crédito para pagarme el posgrado.

Pero bueno. No me voy a revolcar en la miseria. Hay gente que está peor. Me voy a echar unas risas contándoos los cotidianos desastres a los que nos conducen y nos conducimos. Salud y amor.

En vista de que no vende su piso ni pa' Dios, Pepito Pérez ha dedicido, tras un año
agunatando, vender su propiedad por 9.115 euros menos de lo que costaba antes. No
entiendo esta pasión por el número inexacto? - VISTO EN UNA MARQUESINA DE
AUTOBÚS DE LA AV. DE PORTUGAL (MÓSTOLES).




1 comentario:

Ledicia dijo...

Suerte en tu búsqueda! de trabajo, de piso... y ante todo humor que no falte! seguro que en breve llegan mejores tiempos!!!

Un saludo!