Parafraseando a un amigo mío, una cosa es aceptar que el Estado tenga la potestad de utilizar la represión contra la gente que delinque y otra cosa es aceptar que unos energúmenos que no han terminado el bachillerato tengan libertad plena para ahostiar a discrección, fabricar acusaciones falsas, amenazar y coaccionar.
Sin embargo, la historia del chaval no muy avispado, del que se ríen en el instituto y que se mete a madero para empezar a ser respetado no deja de ser un tópico --más o menos útil para describir cierta realidad-- pero tópico. Ginés Jiménez, oficial jefe de la Policía Local de Coslada, es todo lo contrario: un listo.
Licenciado en periodismo; este 'colega', posiblemente utilizaba sus conocimientos de comunicación y relaciones públicas para manipular a su guardia pretoriana: jovenes de unos 25 años, recién salidos de la Academia y, según los vecinos de Coslada, carácterizados por su chulería y su afición al gimnasio. Estos sí responden al tópico.
Añado yo que, en mi opinión, la actitud chulesca, agresiva y desafiante es marca de la casa de las BESCAM desde su creación; que miedo me da saber que les enseñan en la Academia; que debería investigarse más el funcionamiento y los métodos de los cuerpos de policía en la Comunidad de Madrid.
Añado también que estaría muy bien aplicar medidas en favor de la transparencia de la labor policial, como tímidamente ha empezó a hacer la Generalitat de Catalunya hace un par de años con los Mossos d'Esquadra (cámaras en las salas de interrogatorios que descubrieron el empleo de escandalosas torturas) y, finalmente, añado que deberíamos saber, con nombre y apellidos, quien es el preclaro Juez que obligó a restituair a Jiménez a la dirección de la policía local de Coslada hace 10 años, cuando el alcalde de entonces se olió algo y le apartó.
1 comentario:
feliz de reencontrarte
Publicar un comentario