Debería quedarme callado:
las mejores palabras son las que no digo.
Soy mejor en silencio que en significado.
Puedes imaginarte que mi silencio significa algo,
por oposición. Puedes llegarte a creer lo que no soy,
y yo no diré nada, para que sigas creyendo
que aún me quedan palabras.
Debería quedarme callado
y no contaminar con el CO2 asqueroso
de mis sílabas el poco aire que nos queda.
Cualquier cosa que diga revelará la mala ortografía de mis pensamientos,
los vicios, los renglones torcidos y, por supuesto, será utilizado en mi contra
Debería quedarme callado y no forzarte a que me eches de una vez de tu cuarto.
Si hablo, igual digo un conjuro al revés y desaparezco.
No dejes que hable. Baja las persianas de tu cuarto y no dejes que hable.
Abrázame, y protégeme de los agresivos ruidos de la mañana, del sol y de mi propia voz.
4 comentarios:
No hay silencio que valga....
Quien pudiera callar un segundo?
Resp: Nadie
Suerte !!!
(estoy buscando algo especial que tengo para esta entrada, dame unos minutos...)
Silencios y piel. A veces, la única ecuación necesaria.
Tengo la sensación de que llego tarde. Y al mismo tiempo, de que mejor hubiera sido no llegar. Pero ahora que he visto su mensaje en mi botella, me parece, sobre todo, valiente. Aunque me manche el vestido con la copa de vino. Aunque se le olvide leer los silencios y cante siempre a destiempo. Aunque se dé golpes en la cabeza con los listones que él mismo se pone cada vez más altos. Porque le parece que está siempre a punto de perder el tren. Y cuando lo consigue, lo recorre nervioso de punta a punta, para no quedarse dormido y bajarse a tiempo en la parada donde cree que yo le espero. Y no se da cuenta de que hace rato que yo voy justo en el mismo tren, mirando sola por la ventanilla, en el último vagón.
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