Una cosa es aceptar que es inevitable que existan los ejércitos y otra que le den el Premio Nobel de la Paz al comandante en jefe del ejército más poderoso de la tierra.
Una cosa es que el premiado en sí se tome el premio un poco a chufa y venga a decir en su discurso de aceptación algo así como "eh, bueno, muchas gracias y eso, pero yo sigo siendo el comandante en jefe del ejército de los EE. UU., je je je", y otra cosa es que le tengamos que alabar por haber pronunciado un discurso supuestamente inteligente y honesto, cuando lo que ha dicho no tiene ningún mérito: son las palabras más gastadas de la Tierra y tienen más de 2.000 años. "Si quieres la paz, prepara la guerra".
Una cosa es que nos meen, y otra que encima nos digan que llueve. Todo es muy paradójico. Vale que nadie a estas alturas dé mucha credibilidad al premio de la paz de una organización que lleva el nombre del inventor de la dinamita, pero otra es seguir por ese camino de paradojas que nos lleva, paso a paso, hacia la pesadilla orweliana de 1984... no sé si recuerdan aquello de "la guerra es la paz".
Una canción de La Polla (Records) que viene "a huevo".
PD.: Había mezclado catalán con latín en el título de la entrada (y nadie me ha dicho nada). No, no era por aludir veladamente a las consultas soberanistas; es que me he equivocado. Es "si vis pacem", no "si vols pacem".
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