En Bilbao se da la paradoja de que los Barrios Altos de la ciudad son los más humildes. El ensanche pijo, la Gran Vía, Uribitarte, Indautxu están en llano, en la parte baja de la ciudad. Es una zona bien comunicada y construida según un plan urbanístico. Mientras, los barrios de aluvión que crecieron improvisadamente al calor de la inmigración masiva durante el siglo pasado están ladera arriba, encaramados en cerros.
Están Otxarkoaga o Txurdinaga, con altísimos bloques apiñados, al más puro estilo del desarrollismo franquista. Pero también están los barrios de Masustegi, Monte Carmelo o El Peñascal, que son auténticos pueblos dentro de la ciudad. Con casas bajas, algunas realmente bonitas, construidas sin plan previo y sin permiso de las autoridades. Algo así como lo que debió ser la Cañada Real de Madrid muy al principio, antes de que la cosa se fuera de madre gracias al pasotismo de las autoridades y se convirtiera en la primera Favela de Europa.
Masustegi, por ejemplo, que es lo que se ve arriba no tuvo agua corriente durante años (había varias fuentes, eso sí). Pero ahora las casas disponen de todas las comodidades y a mí no me pareció que se viviera mal. Sólo hay una calle transitable por los vehículos. Eso, que a muchos les parecerá un inconveniente, a mí me parece un aliciente más.
El barrio es un notable ejemplo de arquitectura popular y autoconstrucción. Fue edificado por familias humildes e inmigrantes en los terrenos de un empresario que les dejaba quedarse allí a cambio de un alquiler, pero sin darles ningún título de propiedad.
El barrio es un notable ejemplo de arquitectura popular y autoconstrucción. Fue edificado por familias humildes e inmigrantes en los terrenos de un empresario que les dejaba quedarse allí a cambio de un alquiler, pero sin darles ningún título de propiedad.
Esta zona es hoy, para muchos (entre los que me incluyo) uno de los sitios más bonitos y auténticos de la ciudad, pese a que no tenga nada que ver con la imagen que Bilbao quiere mostrar de sí mismo.
Este Bilbao que no sale en las guías turísticas (ni en muchos mapas) lo descubrí por pura casualidad. El miércoles tenía día libre y hacía tan buen día que no se me ocurría otra cosa mejor que subirme al imponente monte que se ve asomar desde detrás de los bloques de enfrente de mi casa: el Pagasarri. Así que me puse a andar toda la calle Gordóniz para adelante, atravesé Rekalde (que es un barrio que merece también un post aparte), proseguí por el camino de Iturrigorri… y de repente, por paisaje y paisanaje, tuve la genuina impresión de que estaba subiendo más al Sacromonte que al Pagasarri. Estaba en el Barrio del Peñascal. Un sitio fantástico con casas blancas con floripondios y coches tuneaos emitiendo música de Camela.
Como tantas veces me suele pasar, me había equivocado de camino, pero el desvío mereció la pena. Luego volví para atrás, a Iturrigorri, que es el nombre de una fuente de agua ferruginosa (iturri gorri es 'fuente roja' en euskera), y de ahí ya cogí el camino para subir a una de las primeras lomas del Pagasarri. Al día siguiente repetí una ruta muy parecida: al monte Cobetas, a través del Barrio de Masustegi y saqué las fotos que podéis ver. Por cierto... Qué maravilla de tiempo. A ver si dura.
Este Bilbao que no sale en las guías turísticas (ni en muchos mapas) lo descubrí por pura casualidad. El miércoles tenía día libre y hacía tan buen día que no se me ocurría otra cosa mejor que subirme al imponente monte que se ve asomar desde detrás de los bloques de enfrente de mi casa: el Pagasarri. Así que me puse a andar toda la calle Gordóniz para adelante, atravesé Rekalde (que es un barrio que merece también un post aparte), proseguí por el camino de Iturrigorri… y de repente, por paisaje y paisanaje, tuve la genuina impresión de que estaba subiendo más al Sacromonte que al Pagasarri. Estaba en el Barrio del Peñascal. Un sitio fantástico con casas blancas con floripondios y coches tuneaos emitiendo música de Camela.
Como tantas veces me suele pasar, me había equivocado de camino, pero el desvío mereció la pena. Luego volví para atrás, a Iturrigorri, que es el nombre de una fuente de agua ferruginosa (iturri gorri es 'fuente roja' en euskera), y de ahí ya cogí el camino para subir a una de las primeras lomas del Pagasarri. Al día siguiente repetí una ruta muy parecida: al monte Cobetas, a través del Barrio de Masustegi y saqué las fotos que podéis ver. Por cierto... Qué maravilla de tiempo. A ver si dura.
4 comentarios:
Sergio, me esperaba un chiste sobre barriobajeros...
Elisa
Como barriobajero, me siento perfectamente autorizado moralmente a hacer chistes sobre otros barriobajeros y había pensado un par.
Pero me autocensuré, porque aquí en Bilbao parece que se conoce todo el mundo y la gente, por lo general, es más alta y corpulenta que yo.
¡No hay nada como encontrar una mirada extranjera para aprender sobre nuestra propia tierra! ¿Te puedes creer que no conozco Masustegi? Ni había escuchado ese nombre. Los barrios altos de Bilbao son todo un misterio para mí. Gracias por la recomendación. Yo te propongo dos planes, que lo mismo ya has hecho:
1- Ver el atardecer desde Solokoetxe. Muy fácil: subes las escaleras al principio de la calle Ronda (la del Casco Viejo, muy cerquita de la plaza Unamuno) y ya está. Me encanta esa vista, de los tejados del Casco Viejo. Y los atardeceres son una pasada.
2- Un paseo por el muelle de Olabeaga. Es como la otra cara de Uribitarte, el Bilbao todavía sin maquillar: los pabellones industriales abandonados, las grúas... Hay un bidegorri que parte del otro lado del Puente Euskalduna y llega hasta las ciudades de la Margen Izquierda.
Me apunto las dos recomendaciones. Las zonas de Olabeaga y de Zorrotzaurre las he visto de paso y me parecen increíbles.Creo que deberían mantenerse tal cual, me alegro de que el proyecto de Zaha Hadid esté más parado que parado. Lo del bidegorri no lo sabía y me parece genial: ¡excursión al canto!
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