jueves, 2 de julio de 2009

Y no dejamos de reírnos

AGREDEN A LOS LENDAKARIS MUERTOS EN MADRID
Hay gente
que, como los dirigentes de la AVT, no se toma muy bien eso de la ironía. (...) el pasado sábado los Lendakaris Muertos actuaron en un CSO de Madrid y --alguno eso de leer o saber escuchar y comprender, como que lo desconoce-- durante el concierto el vocalista sufrió el impacto de una lata. A pesar de la herida, el grupo siguió actuando. Pero la cosa se puso fea cuando llego el tema de “Gora España”. Justo cuando el cantante se puso la camiseta de la selección española, todo un héroe de la lucha antifascista se subió al escenario y la emprendió a golpes con el grupo. En fin, ¿Quién es el fascista ahora?




Fuente Marea Rock: http://www.marearock.com/noticias.php?out=ver_noticia&id=1861

Los que me leéis, sabéis que Lendakaris Muertos es uno de mis grupos favoritos, más que por la música, por su actitud, y por su auténtico espíritu punk. Porque el punk, entre otras cosas, es reirse de todos y no casarse con nadie. Que a esta gente les hayan quemado la lonja donde ensayan en Pamplona varias veces, que les lluevan todo tipo de objetos cuando tocan en determinados sitios o que ahora un superguerrero antifascista les haya partido la cara es muy lamentable, pero no hace otra cosa que darles la razón. Lendakaris Muertos tienen razón y hacen muy bien riéndose de Euskal Herria, de España, de los antifas y de todos los preconceptos que necesitan los cenutrios subnormales --como el imbécil que se ha liado a hostias con ellos-- para no sentirse perdidos y desubicados en un mundo que sus mentes atrofiadas no pueden comprender.

El punk es eso, provocación: que los idiotas empiecen a sospechar que lo son y se pongan nerviosos. En este caso punk y sensatez sí van de la mano. Muchos llevábamos tiempo preguntándonos qué sentido tiene exactamente que en las okupas de Madrid te peguen si llevas parafernalia nacionalista española (en la Casika de Móstoles pegaron a un pobre chaval que llevaba una gorra de Fernando Alonso porque tenía una mínima bandera de España impresa) y que te hagan felaciones si vas envuelto en una ikurriña. ¿Qué sentido tiene que la izquierda alternativa de la España castellanoparlante proscriba el uso de la palabra España y la exhibición de sus símbolos y luego le haga el caldo gordo a los nacionalismos periféricos?

Pues ya os lo digo yo: ninguno. Si queréis lo discutimos, porque yo estoy seguro y tengo argumentos de que unos y otros son los mismos aldeanos con distintas boinas/txapelas/barretinas. Y unos y otros han hecho mucho daño.

Los que nos reímos (y sólo nos reímos, no reprimimos, ni amenazamos, ni somos cómplices de nada ni de nadie) tenemos razón, porque la risa es salud. Y los que nos pegan y nos amenazan si nos reímos, no la tienen: sus utopías dejan de ser deseables en el momento que suponen borrarle la sonrisa a otros, amenazando, pegando o disparando.

Así que, aquí va una de risa. No estoy de acuerdo con la ilegalización de ningún partido, pero la cabezonería e insensibilidad al dolor ajeno de algunos merecen ser objeto de mofa.

Manel Fontdevila, en Público, sobre la sentencia del Tribunal de DD HH de Estrasburgo dando la razón a The Kingdom of Spain en el caso del pueblo contra Batasuna.

* "Y no dejamos de reírnos" era uno de los esloganes de Eskorbuto. Un grupo que también tocó mucho las narices a algunos.

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