miércoles, 28 de enero de 2009

Bilbao is drowning

De tanto llover, Bilbao ha estado a punto de inundarse. Ha faltado medio metro para que el agua de la Ría del Nervión, 2 metros por encima de su nivel habitual, rebosase y se adentrase en el Casco Viejo. Dice la gente de aquí que si hubiera seguido lloviendo hasta la llegada de la marea alta, a las 17.00, se podría haber producido una riada al estilo de la de agosto del '83: la pleamar impide desaguar a la ría, y el nivel del agua comienza a ascender rápidamente en todo el valle. Entonces el agua alcanzó los 3 metros de altura en las calles del Casco Viejo y murieron 30 personas. Afortunadamente, ayer dejó de llover a las 13.00.

Por cierto, todo lo que sé ahora mismo acerca del mecanismo de formación de las riadas -o aguadutxus- en la cuenca del Nervión se lo debo al vigilante del edificio en obras que hay frente al Puente del Arenal. No me ha querido decir su nombre, pero que me ha contado que ha estado faenando durante 30 años antes de desempeñar su actual ocupación y me ha dado prolijas explicaciones salpicadas de palabras fascinantes para alguien de secano como yo, tales como abra (desembocadura de la ría), pleamar, mareas vivas, mar de fondo...

Mi jornada laboral ha consistido en ir a una rueda de prensa sobre el 'plan Zapatero' y llegar empapado, ir de allí a la redacción y salir corriendo a ver como iban los desalojos de escuelas y comercios, volver a la oficina y, echando el bofe, escribir unas líneas para la crónica de la web que luego no han ido en ninguna parte, volver a salir a ver cómo seguía la cosa, comerme un bocadillo mientras preguntaba a transeuntes, policía municipal, bomberos y demás que cómo lo veían, patearme toda la ribera de Arriaga a Zamakola, volver corriendo a la oficina y escribir unas líneas para la crónica del periódico, luego escribir una noticia de lo de la rueda de prensa de por la mañana y largarme corriendo porque no llegaba al cine (tenía entradas gratis).

Me lo he pasado bien hoy, vaya.

Ah, el cine. Era el preestreno de 'El desafío: Frost contra Nixon'. Buena película, vayan a verla. Es un thriller de política y periodismo que mete trozos de falso documental y que reflexiona sobre el poder y el papel de los medios de comunicación. ¿Vale más una imagen que mil palabras?

http://www.filmaffinity.com/es/film772368.html

Bueno, pues hablando de imágenes: les dejo con unas del amago de riada.

lunes, 26 de enero de 2009

En Bilbao

A lo mejor alguien se ha preguntado estos días ¿dónde está López? ¿dónde se ha metido? O igual no. Bueno, en todo caso, yo respondo. Estoy en Bilbao. Cómo he acabado en Bilbao tiene que ver con el máster que he estado haciendo a lo largo del año pasado. Había una pequeña posibilidad de que me saliera una beca fuera de Madrid y… bueno, así fue: me avisaron el día 7 de que el día 12 tenía que estar aquí.

Han pasado bastantes cosas estos días, pero aún no he tenido tiempo de poner en orden mis impresiones. Las iré colocando por aquí a lo largo de los próximos días. Así que, si quieren saber de las aventuras y desventuras de un periodista madrileño sin dinero y sin contactos en Euskadi, este es su sitio. Como anticipo diré que aquí llueve SIEMPRE y que los vascos son raros, sí, pero no tanto como ellos querrían…

Había pasado mucho tiempo diciendo que quería salir de Madrid, que necesitaba cambiar de aires. Ten cuidado con lo que deseas, porque se puede cumplir, dicen. He renunciado a muchas cosas para estar aquí, y no sé si ese era mi sueño.

Ikusiko gara… ya veremos.

miércoles, 7 de enero de 2009

Fotos

No quiero ser famoso. Ayer llegamos a la conclusión, hablando Maki, Lulo y yo, de que si alguno de nosotros llegase a ser, pongamos, un periodista famoso, alcalde de Madrid o presidente de las Naciones Unidas, habría un montón de gente en disposición de hacernos chantaje con fotos que no querríamos que vieran la luz por nada del mundo.

Todos tenemos fotos comprometidas unos de otros. Situaciones ridículas potenciadas por el alcohol que han quedado inmortalizadas.

El punto de inflexión en este asunto ha sido, por supuesto, la generalización de la fotografía digital. Antes tenías que pasar por la tienda de revelado, cosa que te prevenía a la hora de tomar instantáneas demasiado ridículas o de contenido sexual explícito.

Me acuerdo que, durante el viaje de fin de curso de 3º de BUP, a un compañero, para putearle, le sacaron una mientras se duchaba. Se metieron en el baño, en silencio, retiraron la cortina de un manotazo y… ¡clic! Yo acompañé al autor de la exclusiva toma a la tienda de revelado y la verdad es que en el pecado llevó la penitencia… porque el tío lo pasó fatal…. Estaba rojo como un tomate y sudaba en el momento que la dependienta le daba el sobre. El caso es que ella no puso ninguna cara rara. Ni una sonrisita ni una mueca de asco. Nada.

Porque los profesionales de las tiendas de revelado eran eso: profesionales y no cabía esperar que se hiciesen copias para sí mismos de las fotografías guarras que eventualmente positivaran.

Justo al contrario de lo que pasa ahora con la fotografía digital. Y con Internet. Una chica decide hacerse una foto ligeramente sugerente y ponerla en su blog y acaba en decenas de webs de contenido erótico de todo el mundo. Hay decenas de casos.

¿Y qué me decís de las venganzas? Chicos y chicas despechados que se dedican a distribuir fotos de sus ex parejas en pelotas…

Ya voy llegando a donde quería llegar: los políticos, líderes de opinión y demás jerifaltes de hoy en día han tenido juventud. Bueno, al menos una gran parte de ellos la deben haber tenido –Pedro Solbes o Mariano Rajoy nacieron ya así–…. Pero casi no hay testimonios gráficos de sus locuras juveniles…. Como mucho alguna foto de amigotes en plan despedida de soltero con una corbata anudada a la frente.

Así pues, ¿Cómo será cuando nuestra generación tome las riendas del poder? Porque una cosa es que aparezca un vídeo de un jugador de fútbol haciéndose una pajilla frente a una webcam, cosa que no le importa a nadie demasiado… y otra cosa es que aparezca un vídeo así del director de tu empresa. Hmmm… bueno. Estoy pensando que eso ya ha pasado. Y con vídeos peores: el de Ron Dennis y el de otro señor que no mencionaré. Y, joder, ninguno de ellos era joven tampoco.

Pero me estoy yendo. No es a esto a lo que iba. Lo que yo digo es que vaticino que unos 20 ó 30 años será normal ver al presidente retratado en el momento de hacer un calvo, al hombre del tiempo de pedo, a la ministra de defensa disfrazada de zombi… al juez de la Aundiencia Nacional en una fiesta toga a lo Desmadre a la Americana.

¿Se acostumbrará la sociedad a eso… o, por contra, sucumbiremos al caos?

lunes, 5 de enero de 2009

Palestina




Palestina es el nombre de un cómic de Joe Sacco, probablemente el más conocido. Lo compré y lo leí hará un par de años, por recomendación de una amiga. Y me pareció imprescindible. Creo que hoy lo es más que nunca.

Sacco, que, además de dibujante es periodista, viajó a Gaza y Cisjordania en 1991 y 1992 para documentar el conflicto árabe-israelí desde el punto de vista de la población palestina. No iba buscando la gran exclusiva. Simplemente compartir su vida con la gente a la que se lo han robado todo: su tierra, su trabajo, la libertad de moverse, la juventud... Supongo que Sacco quería comprobar si era verdad todo lo que se decía de los palestinos. Si los niños muertos eran o no propaganda de los terroristas.

Sacco también estuvo entre los israelíes. De hecho, en un principio se alojaba fundamentalmente en territorio israelí. A caballo entre Jerusalén, Ramala, Gaza o Tel Aviv habla con unos y otros. Deambula de un lado a otro de la línea que separa Israel de los territorios palestinos ocupados y se va encontrando con claves del conflicto entre los dos pueblos en boca de los protagonistas. Otras veces retrocede 60 años, hasta la creación del Estado de Israel para encontrar las raíces.

El poder israelí no sale muy bien parado en esta novela gráfica... esto está claro y es de esperar. En un momento dado Sacco dice que ya se imaginaba antes de ir a los Territorios Ocupados lo que puede pasar con alguien quien cree tener todo el poder y añade que no encontró grandes sorpresas al verlo manifestarse en las fuerzas de ocupación.

Pero el autor no se limita a denunciar la prepotencia del Estado israelí o el fundamentalismo islámico entre la resistencia palestina. Baja a la calle y pregunta... a unos y a otros. Al pueblo. Y ahí no juzga. No habla de buenos y malos. Nos cuenta lo que ha visto para que lo hagamos nosotros.

PS.: Más sobre Palestina en el blog de Hernán Zin